jueves, 18 de junio de 2009

RAUL OROZCO CORREA


Lilly Soto Vásquez

Raúl es un hombre de todos los tiempos. Su pasión es la palabra. Decidió ser poeta y lo ha logrado paso a paso. Sus obras publicadas y las no publicadas lo confirman.

Cada decisión sobre su vida la lleva hasta el límite. Ser poeta, vestirse de negro, participar en la lucha a favor del pueblo, la bohemia, y entregar su palabra para la afirmación, la denuncia, la justicia y las buenas y malas acciones.

La palabra ha sido la esfera protectora de sus acciones. Juega con ellas y lo hace con acierto. Es un lector ávido de más palabras, los grandes, los clásicos, los mediocres, los buenos y los malos de la Literatura han sido objeto de su crítica.

Combina la poesía con el periodismo. Sus artículos tienen una profunda clasificación. Es maestro de la fórmula de las 4 C: corto, conciso, claro y concreto. Los ha forjado en la lectura, profunda, pensada, interpretada y expuesta con precisión.

Cree en la palabra como arma, fragua, puñal, cincel, profundidad, virtud, sabiduría, fe, esperanza y amor.

Vive en un mundo de palabras, en el mundo de la comunicación, la que conoce como ciencia, con su objeto u ontología, epistemología y su metodología. Por ello ejerce el periodismo desde joven.

Conoce del humor como sátira y como válvula de escape de las sociedades para mantener el control social. Sus trabajos “clandestinos” en La Semana Cómica” de añoranza nacional son testigos-testimonios.

Crítico mordaz de todas las desviaciones del poder. Heredero de Beltrán Morales. Acucioso en el detalle para reírse de todo y de todos. Humor negro pero sabio. Vulgarea al más pintado con todo y toga.

Conocedor de las Bellas Artes privilegiando con sus afectos a la Poesía, al Teatro, la Música y la Pintura.

Impulsor, director, y amigo perenne del teatro Talía . Amigo entrañable de Pilar Aguirre y de Evelyn Martínez, a quien apoya con su crítica constructiva .

En la Música sus aficiones están dirigidas al tango y a la ópera. Del tango conoce sus orígenes, su historia, sus letras y mejores intérpretes. Esta afición la comparte con Danilo Aguirre y con el club del tango de Nicaragua.

En reuniones familiares y de amigos siempre canta tangos. Le he escuchado “Tango Uno”; “El día que me quieras”; “Por una cabeza”; “Yira”, “Adiós muchachos”, “Mano a mano”; “Tomo y obligo” y “Cuesta abajo”.

Lector inconfundible de Charles Baudelaire y los franceses; de Edgard Allan Poe y los norteamericanos; de Nicolás Guillén y los cubanos; de Darío y los y las nicaragüenses. Del boom latinoamericano y sus secuaces. Su trabajo de periodismo cultural es realizado con preciosismo . Su programa “La cultura es el símbolo” encierra y compendia entrevistas con todos los grandes que han visitado Nicaragua. Su trabajo en la radio, la prensa y la literatura le han merecido que las universidades le inviten a dictar cátedras.

La amistad con Carlos Martínez Rivas le permitió conocer claves y clivajes de las formas, antiformas, y contra-formas del uso del lenguaje. Un discípulo carlosmartiniano pero a su propio aire.

Favorece el debate y la polémica. La conversación con él siempre es prometedora. Testigos de estas conversaciones son todos los poetas amigos. Debates no concluidos sobre el desarrollo de las ciencias, sobre la Historia, sobre la Literatura, la crisis de los partidos, el nazismo, la guerra, Jorge Luis Borges, Darío, la política criolla, los planes de nación nunca iniciados, las elecciones, la pobreza, la trata de blancas y tantos otros temas nunca concluidos pero siempre discutidos. Discutidos, si, pero con una visión global no de caballo cochero, como él mismo afirma.


Sus acciones a veces rayan en la vanidad de la mente y la insolencia. Niño malcriado para imponer sus juicios. Amigo de “tanda Margot” o sea, de 8 a 10 , pero excelente amigo, leal hasta más no poder.

Es un gnomo mágico. Irrumpe con pensamientos claros y fortalecidos por sus innumerables lecturas y va induciendo, deduciendo, analizando, sintetizando el pensamiento de los otros.

Si no debate y polemiza se muere.

Por estos detalles algunos no lo admiten pero la mayoría de los intelectuales de Nicaragua y de otras latitudes lo respetan. En las principales antologías sobre Poesía latinoamericana, Raúl Orozco Correa es uno de los representantes de Nicaragua. Por algo será.


Guatemala de la Asunción, 30 de abril de 2009.